 UNA CARTA A LAS PROMESAS Victoria Lucía Aristizabal Ella pregunta por mi trazando en mi mente una senda de silencios, otra de reclamos, y algunas de aceptación. Sobre el impulso coloca la pregunta, sobre el deseo a la pasión se junta, en los anhelos una sonrisa suma y en la conquista hace una pausa y me pide que no tenga prisa. Me deja impreso el acecho que vuela y la dulzura que canta y en el sendero donde se bifurca crea un enredo con grises palabras del tintero de la materia gris que queda en asombro sin saber si es promesa o duda y como un pececillo germinal busca entre la enramada esto de estar enamorada y cómo me despista y en los puentes donde se pide una asociación encuentra al amor dando saltos y cabriolas y en otras, giros de péndulo destrogiros que se van volviendo huracanados cuando acude la decisión temporal a poner su cuota de quereres cuando en altamar tiene que tomar con más fuerza el timón para lograr llegar al mar de la tranquilidad. Promesas de amor, que ilusiones y esperanzas las que germinaron y no dieron fruto, más cuando la promesa me habla aun con el llanto en el pañuelo me confronta recordándome los juncos olvidados y las raíces que son mías para perpetuar en mi mente la preciosa confianza que siempre siembra las más lindas flores porque jamás apagan sus pupilas redentoras, siempre están vestidas de afecto y desprendimiento y es por eso que vuelve a aceptar más promesas o a crearlas, porque se que algún día se cumplirán y mientras, mantengo un suspenso que me hechiza y cuando de pronto estoy en el culmen del "ya casi se cumple" entonces hay un montón de mariposas viscerales que me recuerdan mis emociones en el estado más puro y el corazón canta su romance invitando a las cuerdas bucales a emprender su expresión que hace girar la energía invitando a las energías espirituales para que le brinden su cuota de amistad de cielo y brisa de amor que frecuenta su amante batiendo las alas de ángel que no traiciona jamás lo que con tanta vehemencia solicita. En la rectitud y la fidelidad la promesa campea porque sabe que ha asumido a cabalidad el compromiso sagrado de las responsabilidades por deber algunas por poder otras y por querer ¡cómo se complace!, tiene un alto gesto ecuestre en equilibrio, dibujando en la mente una espiral cromática que encaja a la perfección con el destino, con el servicio, con la labor productiva, con el desarrollo pleno de las facultades, con la palabra "triunfo" que no está solamente escrita, esta tallada por el trabajo continuo realizado con y por amor, porque amó lo que hizo e hizo lo que amó y en este gozo de la labor cumplida solo hay una dulce emoción que bendice el alma que sabe que ha asumido con buena voluntad la arquitectura del arrojo, la ingeniería del soporte, la química de las combinaciones excelsas, la física cuántica como esa mecánica ondulatoria que conoce el comportamiento de la materia y sus dimensiones creando un quantum de energía que reconoce la posición en cada instante. La escritura en su comprensión correcta, en su interpretación -cum laude- que estremece hasta los imposibles porque sabe cómo fluye la palabra para ser expresada con responsabilidad maravillosa en el canto ardiente del orgullo, creando constelaciones de sabiduría que solo pueden emitir plegarias de humildad cuando el relámpago humano viaja hacia lo divino. Que lazo prodigioso el que crea con los iguales de existencia aun sabiendo que jamás tendrá contacto con millones de ellos mientras el pulpo de la memoria le deja como leyenda cubierta con el trajín de las actitudes precisas que en su deslumbramiento sabe que esas promesas crearán un enlace con los diplomados del mundo, los que adquirieron el título de hominales sin la tensión mortal, encadenados a Dios que les apoya en la dirección correcta y seguramente quedará en la Biblioteca del Paraíso donde desplegará sus alas para recordarle a los estudiosos como se gesta una promesa y en su cumplimiento se encaja el cable superconductor que asciende el alma La promesa más sagrada, la del amor, el que suma las partes, el amor que se expande e ilumina al mundo con su conciencia individual, el amor que desea compartir. Un amor que eleve para encontrar esa simetría maravillosa, la unión de almas equilibradas que solo buscan la benevolencia, el servicio amoroso que entregamos a la familia, hijos, nietos y que crea un reino de dos en la relación de pareja. Un amor consciente de la promesa que se hace a si mismo en la aceptación portadora de paz, que construye y honra al otro ser en perseverancia, madurez, comprensión y renovación cíclica. Un amor abierto al cielo tiene como promesa el espacio circular nunca angular porque comparte y se expande con el alma y la mente libre, sintiendo la comodidad del respeto que nutre la aceptación, armonizando con la naturaleza ofrendando esta nutrición constante de amor. Amor que se encuentra en las semejanzas y respeta las diferencias, y aunque llegue alguna tormenta, más firme se sostiene permaneciendo eterno, sin juicios, solo con el alma en las percepciones para ver solo la belleza, en la mente para afirmarlo, en el corazón para entrar en consonancia, en el cuerpo para vibrar en todas las expresiones que libremente sean posibles, en mi espíritu para recibir de Dios su bendición poderosa Esta última promesa que recibo la tomo con beneficio de inventario, sin restar la alegría que me produce y el amor que me hace sentir, si se cumple estará bien y si no también EN AMOR Y LUZ Bogota Colombia Marzo 2 de 2012  |
Si lo que vas a decir no es mas bello que el silencio no lo digas
Proberbio àrabe
La locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes....
Albert Eisten.
--
Has recibido este mensaje porque estás suscrito a Grupo "TODO LLEGA EN
SU JUSTO MOMENTO" "Se dan buenos consejos cuando la edad impide dar malos ejemplos." (Excelsior)
0 Response to "128506 Fwd: UNA CARTA A LAS PROMESAS**** VICTORIA LUCIA ARISTIZABAL***"
Publicar un comentario