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Como todos sabrán para este momento, el miércoles pasado la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró que la comida popular mexicana es parte del Patrimonio Intangible de la Humanidad. Este reconocimiento se le da a manifestaciones culturales como el canto, la danza y por supuesto la comida.

Claro que toda buena cocinera (o cocinero) sabe que en una buena comida tradicional no sólo están involucradas las recetas sino la forma de cocinarlas y los ingredientes únicos de cada región y eso es algo que también se premia y se reconoce.

En este caso los elementos básicos de nuestra comida son el maíz, los fríjoles y el chile entre otros, también se reconocieron "los métodos de cultivo únicos, como la milpa (cultivo por rotación del maíz y otras plantas, con roza y quema del terreno) y la chinampa (islote artificial de cultivo en zonas lacustres); procedimientos de preparación culinaria como la nixtamalización (descascarillado del maíz con agua de cal para aumentar su valor nutritivo); y utensilios especiales como metates y morteros de piedra", explica la Unesco en su página de internet.

Seguro que para este momento se estarán preguntando ¿y la recomendación?, pues siento desilusionarlos, porque hoy sólo habrá una felicitación para todos aquellos que se esfuerzan por conservar las costumbres y las recetas tradicionales. Porque, quien de ustedes no reconoce el mérito de una salsa molcajeteada, unas carnitas michoacanas, de un buen pozole; de un mole y sus más de 50 ingredientes; de la paciencia de pelar unos chiles y hacer la nogada, o un arroz a la mexicana que quede enterito, vamos hasta una tortilla recién hecha con una cucharada de salsa, o unos frijolitos con un par de chiles toreados y su trozo de chicharrón; y ni que decir de un chocolate caliente, en agua o en leche con un rico pan de dulce.