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FRANCOIS HOUTART

 

Cualquiera de nosotros se duele de las tan grandes desigualdades existentes en Hispanoamérica, pero el socialismo no lo ha mejorado, siendo por el contrario una dictadura pura y dura, así como en todos los países en donde está establecido. La Unión Soviética de derrumbó, porque ya no podía con su alma después de haber privado de valores y conciencia a millones de personas. China le va siguiendo con la famosa frase de Mao: Gato blanco, gato negro da igual, con tal de que cace ratones.

 

La llegada del socialismo a cualquier sociedad viene, según la experiencia histórica, acompañada de ruina y dictadura de lo más cínico que se pueda imaginar. La mentira es su arma más destacada, así como la violencia más cruel y arbitraria. Y al predicar el cristianismo los valores de Jesucristo, es el valladar a saltar prioritariamente. De ahí que la Iglesia Cristiana empiece a sufrir persecución de las más variadas maneras; desde la supresión de símbolos, hasta los intentos más ruines de someterla a la presión política.

 

China por ejemplo crece mucho, porque como España en los sesenta, partía de un muy bajo nivel. Con Hong Kong en su poder, China avanza rápidamente, aunque en la China profunda no se notan los cambios. Sigue habiendo, enorme pobreza y opresión. Tal vez sea la única forma de dar de comer a semejante gigante y a esa enorme población, pero para trabajar en un sótano, dormir y vivir allí prácticamente por la comida, no hace falta hacer cambios políticos. En cualquier lugar se vive mejor y por lo menos hay más libertad.

 

¡Un sacerdote! que conoce mucho mejor que yo estas realidades ¿Cómo se atreve a propugnar estas cosas, y llamarse sacerdote y católico? La solidaridad no existe, sino en muy pequeños porcentajes, y no creo que crezca mediante estos sistemas. ¿Como un hombre de su notoriedad, cree que con la violencia y la lucha armada se pueden solucionar todos los problemas de la humanidad. ¿No tiene confianza en su Iglesia? ¿No cree en la labor posible para los cristianos? Ese afán de notoriedad esa comezón de izquierdismo, esa rebeldía contra su Iglesia es general locura del opulento e intelectual siglo presente y claramente lo que no debe ser adorno de un sacerdote.

 

Póngase en condiciones de ejercer su ministerio (tan trascendente) como tantos sacerdotes que trabajan, modesta, humilde y arduamente, aun en condiciones más que molestas, en vez de meterse a cambiar el mundo mediante la ayuda de unas ideologías que tratan la fe cristiana con desprecio, y solo lo están utilizando como cebo para incautos. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? (Marcos 8:35-37).

 

 

 

SALUD DE LOS ENFERMOS

 

Salus infirmorum

 

Salud del que está enfermo de pecado,

Del que llagas profundas sufre inerme,

Y aun no siendo por Cristo rescatado,

Yaciendo ignaro, en su amargura duerme.

 

¡Oh! María, madre del que penado,

Por sus copiosos extravíos enferme,

Sin rescate del alma y agobiado,

Por quien cuerpo y espíritu le merme.

 

Es María consuelo del que llora,

Por su mucho pecar atormentado,

Esperando en su mano sanadora.

 

Le ama alegre el que a Cristo adora,

Y al que a Cristo rechaza porfiado;

Donosa da su palma auxiliadora.

 

Rafael Marañón

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