Hijos en medio de la ruptura

Una vez la pareja se separa suele cometer una serie de errores relacionados con el debido cuidado y atención de los hijos.

UNIDAD. Los padres separados o divorciados deben aclarar cualquier confusión que puedan tener sus hijos. LA PRENSA/David Mesa1418879

Una tarde Vielka*, de ocho años, llegó a su casa y se sorprendió al saber que su padre ya no estaría más con ellos en el hogar.

En el fondo, confiesa que sabía que eso ocurriría, ya que en los últimos meses las peleas entre sus padres no cesaban; sin embargo, no perdía las esperanzas de que la alegría regresara a casa.

Su hermana, que en ese entonces era cinco años menor que ella, no se daba cuenta de lo que ocurría.

Cuenta que los días transcurrieron y su padre no aparecía. "Mi madre estaba desesperada, porque lo poco que ganaba no le alcanzaba. Mi papá nos había dejado solas, aunque su deber por ley era apoyarnos económicamente, pero ni eso hizo", relata.

El padre de Vielka estaba ignorando una responsabilidad que por ley debía seguir atendiendo.

Según el Artículo 377 del Código de la Familia, "los alimentos comprenden una prestación económica, que debe guardar la debida relación entre las posibilidades económicas de quien está obligado a darlos y las necesidades de quien o quienes los requieran".

Lo que comprende, según el artículo, "el suministro de sustancias nutritivas o comestibles, de atención médica y medicamentos".

Además, entre otras cosas, tratándose de menores, el documento indica que se les debe suministrar " todo lo necesario para lograr su desarrollo integral desde la concepción".

EQUIVOCACIONES

Como ocurrió con el padre de Vielka, una vez la pareja se separa suele cometer una serie de errores relacionados con el debido cuidado y atención de los hijos.

Actuar como si aún vivieran juntos, no aceptar la separación y usar a los hijos de intermediarios con la ex pareja son algunas de las fallas que se cometen y que involucran a los pequeños, enumera la psicóloga Elida Picota de Tapia, del Instituto de Terapia Familiar y de Pareja.

Además, el tomar a los hijos de confidentes en las situaciones entre la pareja y los motivos de su separación, y también el ponerlos en conflicto de lealtades, haciéndoles elegir entre un padre y otro, a favor o en contra, son otros errores en los que se incurren, añade la especialista.

Se deben evitar comentarios malintencionados como: "tu papá solo piensa en él", en el caso de las madres, agrega la psicóloga Elvia de Martínez, del Siquem Psicological Center.

Cuando se decida llevar de paseo a los hijos, no es recomendable que vayan ambos padres. Esto puede confundir a los niños y reforzar su fantasía de reconciliación y del hogar completo, advierte de Tapia.

Es más saludable que el hijo aprenda a aceptar su realidad, y conectarse por separado y de la mejor forma con ambos padres, explica.

Aunque inicialmente esto puede sentirse o verse como doloroso para los niños, estos se habituan a la nueva forma de salir a realizar las actividades familiares y aprenden a disfrutarlas, añade.

Aunque, dice de Martínez, si deciden salir juntos, luego de la separación o divorcio, su conducta debe ser la más natural y sin hipocresía.

En cuanto al horario de visitas, debe establecerse considerando lo necesario que es para el hijo tener claro los límites de la situación; es decir, que los padres no viven juntos, advierte de Tapia.

Por otro lado, a la hora de que los hijos necesiten algo, en algunos casos lo solicitarán directamente al padre y, en otros, la madre será quien lo solicite a la ex pareja según haya sido acordado previamente, dice.

Lo cierto es que toda separación o divorcio trae como resultado confusión en los hijos, concluye de Martínez. Pero los padres bien intencionados y preparados para sobrellevar la situación harán que toda confusión desaparezca, añade.

*El nombre fue cambiado.